Mitos y verdades sobre la clarividencia

Descripción de la publicación.

Miguel Ángel

11/14/20252 min leer

La clarividencia suele rodearse de misterio y malentendidos. Pero hay que distinguir mito de realidad para no caer en falsas expectativas. Primero, un poco de definición: ¿Qué es clarividencia? Es una habilidad psíquica que permite percibir eventos, personas o lugares más allá de lo que alcanzan nuestros sentidos físicos. Dicho en cristiano, un clarividente “ve” imágenes o recibe intuiciones sobre algo que no está a la vista. No es magia negra ni certeza absoluta, sino una forma de intuir información oculta

  • Mito: La clarividencia predice el futuro con certeza. Verdad: Los clarividentes no tienen una bola de cristal infalible. Como señala la investigación científica, las afirmaciones de habilidades paranormales como la clarividencia “no han sido respaldadas por pruebas científicas” y se consideran pseudociencia. En la práctica, un vidente ofrece una visión posible basada en la energía actual y los patrones presentes, más que una profecía grabada en piedra. El tarot y la videncia ayudan a reflexionar sobre opciones, pero tú conservas la libertad de elegir tu camino.

  • Mito: Cualquier persona puede convertirse en clarividente fácilmente. Verdad: No es algo que ocurra de la noche a la mañana. Al igual que desarrollar un talento artístico o deportivo, la clarividencia requiere práctica, concentración y, en muchos casos, una predisposición natural. Aunque algunas personas tienen una intuición más aguda, todos podemos aprender a escuchar nuestra voz interior con meditación o lecturas. De hecho, la clarividencia se puede potenciar con ejercicios específicos, pero no todos la experimentan de la misma forma.

  • Mito: Necesitas objetos mágicos (cristal, tarot) para ser clarividente. Verdad: Las herramientas como cartas de tarot, bolas de cristal u oráculos son útiles canales para enfocar la energía, pero no crean la habilidad. Tal como explica Wikipedia, las personas con clarividencia pueden usar estas herramientas “como canales que les permitan expresar su capacidad innata”. En otras palabras, si un vidente no llevara carta ni bola, su intuición seguiría ahí; esos objetos solo ayudan a centrar su mensaje. La verdadera magia está en la percepción del vidente, no en la baraja.

Entender estas verdades te ayuda a abordar la clarividencia con la mente abierta pero crítica. Si un vidente promete certezas imposibles o afirma controlar tu destino, ¡cuidado! Un profesional honesto te brindará guía y apoyo, pero siempre recordándote que el poder de decidir es tuyo. Al final, la clarividencia (y el tarot) es una herramienta de guía espiritual, no un truco infalible.